sábado, 16 de mayo de 2020

Orientación Educativa Especializada: Atención al alumnado con implante coclear

A continuación presentamos el capítulo del libro INVESTIGACIÓN, INNOVACIÓN DOCENTE Y TIC: Nuevos Horizontes Educativos (Santiago et als., 2019) publicado por nuestro preparador de oposiciones.



Atención educativa al alumnado con implante coclear


José Rodríguez Ruiz
EOE Especializado en discapacidad auditiva de Granada
jose.rodriguez.ruiz.edu@juntadeandalucia.es

Resumen

En la actualidad la opción comunicativa mayoritaria del alumnado con hipoacusia profunda es la auditivo-verbal, los implantes cocleares proporcionan una audición funcional que permite una escolarización ordinaria. La respuesta educativa a las necesidades educativas especiales de este alumnado requiere de la intervención especializada de profesionales de la orientación educativa, de especialistas en pedagogía terapéutica y en audición y lenguaje, así como la organización de entornos de aprendizaje inclusivos  y la utilización de ayudas comunicativas a la audición en el aula. También es esencial la colaboración con los Centros de Atención Infantil Temprana y la participación de las familias. En este trabajo de caso único, describimos la intervención interdisciplinar y global, el seguimiento y los resultados obtenidos en el desarrollo de un programa de habilitación auditiva desarrollado de forma interdisciplinar en el segundo ciclo de Educación Infantil con un alumno implantado a los dos años y escolarizado en un entorno rural.

Palabras clave: hipoacusia profunda, implante coclear, necesidades educativas especiales, orientación, audición funcional.


Educational attention to students with cochlear implants


Abstract
Currently, the majority communicative option of students with profound hearing loss is auditory-verbal, cochlear implants provide a functional hearing that allows ordinary schooling. The educational response to the special educational needs of this student body requires the specialized intervention of educational guidance professionals, specialists in therapeutic pedagogy and hearing and language, as well as the organization of inclusive learning environments and the use of communicative aids to Hearing in the classroom. Collaboration with Early Childhood Care Centers and family involvement is also essential. In this single case study, we describe the interdisciplinary and global intervention, the follow-up and the results obtained in the development of an auditory habilitation program developed in an interdisciplinary way in the second cycle of Early Childhood Education with a student implanted at two years of age and enrolled in school. In a rural setting.

Keywords: deep hearing loss, cochlear implant, special educational needs, orientation, functional hearing.


1.    INTRODUCCIÓN

            En España, alrededor de 2000 familias tienen cada año un hijo con discapacidad auditiva, cuyos padres son normooyentes en más del 90% (Benito y Silva, 2013). Según la Comisión para la Detección Precoz de la Hipoacusia (CODEPEH), el 80% de las sorderas infantiles están presentes en el momento del nacimiento y el resto son adquiridas. Afecta a uno de cada mil niños de forma severa y profunda bilateral, ascendiendo a cinco de cada mil niños si se considera a los recién nacidos con hipoacusia de cualquier grado. La prevalencia de la hipoacusia permanente alcanza el 2,7‰ antes de los 5 años de edad y el 3,5‰ en la adolescencia. Actualmente todas las comunidades autónomas de España tienen programas de detección precoz de la hipoacusia de forma universal, lo que constituye el pilar principal para el diagnóstico y tratamiento precoz de estos niños.
            En el caso de las hipoacusias neurosensoriales infantiles, el pronóstico va a depender de la intensidad de la pérdida auditiva, de la localización de la lesión (coclear o retrococlear) y del momento de la aparición (pre-locutiva y post-locutiva). En estos casos, los daños en el sistema neuronal o coclear son irreparables, por tanto, no se pueden curar. Pero existen tratamientos de carácter paliativo que producen grandes beneficios a los hipoacúsicos, siendo su evolución auditiva y lingüística totalmente diferente a la que seguirían sin tratamiento protésico. La intervención actual consiste básicamente en la adaptación protésica de audífonos digitales y en el implante coclear.
     La adaptación de los audífonos debe realizarse lo más tempranamente posible, en cuanto que se detecte la pérdida auditiva, ya que el desarrollo de las áreas corticales auditivas y el normal desarrollo del lenguaje, especialmente de los niños, va a depender de la calidad del estímulo auditivo que perciban.
Si con audífonos no conseguimos una audición funcional que facilite un desarrollo normalizado del lenguaje, es necesario plantearse la posibilidad del implante coclear. En este caso, la prótesis no amplifica los sonidos del ambiente, sino que los transforma en señales eléctricas que se transmiten a las terminaciones neuronales de la cóclea.
La decisión de realizar un implante coclear corresponde a un equipo multidisciplinar constituido por los siguientes profesionales: médico otorrinolaringólogo cirujano, otoneuroradiólogo, técnico programador, psicólogo, trabajador social y logopeda. Respecto a los criterios audiológicos, necesitamos que se trate de una hipoacusia neurosensorial bilateral profunda de origen coclear, con unos umbrales tonales bilaterales superiores a 90 dB y con una discriminación de palabras bisílabas en listas abiertas inferior al 40%. Además, el equipo de implantes tiene en cuenta otros factores como la motivación y las expectativas de la familia, las capacidades cognitivas y comunicativas del implantado, sus características psicológicas, etc. (Herrán, 2009).
El implante coclear está constituido por una parte externa y otra interna. Exteriormente consta de un micrófono que recoge el sonido, un procesador de lenguaje que convierte la energía sonora en eléctrica, y un transmisor externo o bovina inductora que queda adherida al hueso temporal por un imán que contacta con el imán de la parte interna del implante. En el interior se coloca otro transmisor, sujeto en el hueso temporal, que contiene un imán para permitir su unión con el transmisor externo. Las señales se transmiten a través de la piel desde el transmisor externo al interno, que las envía a una guía flexible que porta el haz de electrodos que se insertan en las terminaciones nerviosas auditivas existentes en la cóclea.
Para Huarte, Manrique, Molina y Cervera (1997), la valoración global de los resultados alcanzados a largo plazo con implantes cocleares multicanales en población infantil pre-locutiva menor de tres años revela que la mayor parte de los niños son capaces de reconocer y comprender la palabra hablada en contextos abiertos, sin el apoyo visual de la lectura labial o la gestualidad, circunstancias que les facilitan integrarse en entornos comunicativos oralistas.
            Es necesario reseñar que la técnica del implante coclear no consiste simplemente en la realización de una intervención quirúrgica y la consiguiente colocación de las distintas partes de implante. A continuación se inicia un largo camino de habilitación (sorderas pre-locutivas) o rehabilitación (sorderas post-locutivas) del habla que puede desarrollarse durante meses o años. En este programa habilitador/rehabilitador post-implante siempre se siguen unas etapas: detección (conciencia de la presencia/ausencia del sonido), discriminación (distinguir igual o diferente en distintas cualidades del sonido), identificación (identificar un sonido del habla dentro de una serie de alternativas cerrada), reconocimiento (reconocer un sonido entre una serie de alternativas abierta) y comprensión (reconocer ítems verbales sin ayuda previa y participar en conversaciones). Además, los implantes también tienen limitaciones, persisten ciertos problemas en la percepción del habla, especialmente cuando existe ruido de fondo o hay varios interlocutores a la vez. Por tanto, no podemos equiparar un paciente implantado con un oyente.
         En este estudio de caso único pretendemos comprobar la efectividad del implante coclear en un alumno con  hipoacusia profunda bilateral que se escolariza en infantil tres años, lo haremos a través del seguimiento de las intervenciones y resultados obtenidos a lo largos de los tres cursos de la etapa.


2.    MÉTODO

         Esta investigación-acción educativa se ha desarrollado a través de  una metodología  cualitativa de caso único, concretamente se ha descrito y valorado la intervención educativa multidisciplinar en un alumno con implante coclear durante su etapa de Educación Infantil (segundo ciclo), escolarizado en un centro ordinario rural con una modalidad de escolarización b, es decir, aula ordinaria con períodos variables de apoyo en el aula de pedagogía terapéutica y audición-lenguaje. El alumno fue intervenido quirúrgicamente para realizarle un implante coclear con dos años y 10 meses, la activación del implante NAÍDA CI Q700 de Advance Bionics se realizó en el mes de junio anterior al inicio del curso escolar infantil tres años.
        Desde el Equipo de Orientación Educativa en discapacidad auditiva se planificó un seguimiento trimestral en relación a las áreas cognitiva, comunicativo-lingüística y afectivo social. Especial relevancia tuvo el seguimiento del desarrollo de sus habilidades auditivas y expresivas al tratarse de un implante coclear y, por tanto, del desarrollo de una terapia auditivo-verbal. La valoración del desarrollo cognitivo se realizó a través de nivel de competencia curricular en las áreas de autonomía e identidad personal, conocimiento del entorno y lenguajes determinado por la tutora del aula de infantil, así como con la pasación del test BOEMH de conceptos básicos. La evaluación del desarrollo socio-afectivo del alumnado se basó en la observación sistemática de las interacciones con iguales y adultos realizada por la tutora y resto del equipo docente. Estas valoraciones eran trimestrales con motivo de las sesiones de evaluación ordinarias realizadas en todos los grupos de alumnado del centro. La evaluación de las funciones auditivas y del desarrollo lingüístico (fonología, semántica, morfosintaxis y pragmática) se realizaba de manera sistemática, continua y formativa por parte de la maestra de audición y lenguaje a través de sus propios registros, para la producción fonológica utilizó el Registro fonológico inducido de M. Monfort y A. Juárez (1989). Por otra parte, los avances se reflejaban también en el seguimiento trimestral del programa específico de habilitación auditiva desarrollado, que estaba registrado en la plataforma informática Séneca de la Consejería de Educación.
     Además de estas valoraciones integradas en el desarrollo curricular del alumno, el EOE Especializado realizó un seguimiento anual de las habilidades auditivas utilizando como instrumentos de evaluación las siguientes pruebas del Protocolo de implantes de Navarra: test de identificación de vocales y consonantes, test de percepción temprana de la palabra (ESP), test de reconocimiento de monosílabas-bisílabas y test de elección de frases con y sin apoyo visual. También se realizaron pruebas audiométricas, concretamente una audiometría tonal lúdica cada curso escolar y, en el último curso, se realizó también la audiometría verbal a campo libre.
         El orientador de centro, perteneciente al EOE, valoró al final de cada curso escolar la capacidad cognitiva (Test Raven Color) y el vocabulario receptivo (Test Peabody).

2.1. Preparando la escolarización

        Antes del inicio de la escolarización del alumno, los servicios de orientación educativa zonales (EOE), con la colaboración del EOE Especializado en discapacidad auditiva y el Centro de Atención Infantil Temprana, realizaron el dictamen de escolarización del alumnado. Este documento, síntesis de la evaluación psicopedagógica, establecía una modalidad de escolarización de aula ordinaria con apoyos variables, con la intervención especializada de los maestros de pedagogía terapéutica y audición-lenguaje, además proponía como materiales específicos la utilización de ayudas comunicativas a la audición (Equipo de frecuencia modulada). En la entrevista con la familia se les informó de la necesidad del alumno de recibir una intervención especializada en logopedia para poder habilitar funcionalmente la audición a través del implante coclear. La familia firmó su acuerdo y llevaba al alumno una sesión semanal a un CAIT especializado en hipoacusia.

2.2. Orientación y formación de los profesionales
      
       La tutora del aula de infantil tres años, junto a la maestra de pedagogía terapéutica y audición-lenguaje del centro, asistieron a un curso de formación organizado por el Centro de Profesores de Granada. En el curso presencial se trabajaron contenidos generales y específicos relacionados con el implante coclear, entre ellos: concepto, tipos, funcionamiento, programas de habilitación auditiva e intervención logopédica. Además, el orientador del EOE Especializado en discapacidad auditiva asesoró, orientó y organizó la respuesta educativa concreta al alumno desde una perspectiva multidisciplinar, colaborativa y holística.

2.3. Intervención educativa con el alumno

2.3.1. Aula ordinaria

         En el aula ordinaria se estableció una organización espacial y temporal visual con ayuda de pictogramas y signos básicos que facilitaba el progreso curricular del alumno en las primeras etapas de habilitación auditiva, cuando aún su vocabulario receptivo y expresivo era muy inferior al de sus iguales. La maestra-tutora utilizaba una comunicación bimodal (oral y signada) para interaccionar con el alumno, los signos básicos fueron seleccionados por su utilidad práctica en cada una de las rutinas de trabajo del aula: asambleas, trabajo individual, merienda, recreo, etc. Para su aprendizaje, tanto por parte de la tutora como del alumno, utilizamos materiales propios y editados (Mis primeros signos de la fundación CNSE), así como el apoyo de la maestra de audición-lenguaje
        Para mejorar la calidad en la recepción de los estímulos auditivos por parte del alumno se adaptó un equipo de frecuencia modulada, Scola de Widex, al procesador del implante coclear. Esta ayuda técnica para la comunicación auditiva, proporcionada a través del equipo de orientación especializado, contrarresta tres enemigos importantes de la audibilidad en implante coclear, la reverberancia, el ruido de fondo y efecto de la distancia.

2.3.2. Aula de pedagogía terapéutica apoyo a la integración

        La intervención de la maestra especialista en educación especial se realizó tanto dentro como fuera del aula ordinaria. En el aula ordinaria realizaba un apoyo para el desarrollo de las tareas curriculares del alumno, y fuera de ella trabajaba conceptos básicos y razonamiento visual adaptado. En las primeras etapas también apoyó la tarea de la maestra de audición-lenguaje a  través de sesiones individuales de entrenamiento auditivo, se trataba de tener el mayor número de sesiones de audición-lenguaje en las primeras fases de la habilitación auditiva.

2.3.3. Aula de Audición y Lenguaje apoyo a la integración

        La intervención de la especialista en audición y lenguaje estuvo enfocada al entrenamiento auditivo del implante, realizado prioritariamente fuera del aula ordinaria por sus características intrínsecas. La habilitación auditiva se vertebró a través de la secuencia de trabajo común en estos casos: detección, localización, discriminación, identificación, reconocimiento y comprensión del habla. En un primer momento, se utilizaron gestos ortofónicos de apoyo a la emisión de los primeros fonemas y apoyo signado (modalidad bimodal) en la adquisición de las primeras palabras e inicio de primeras interacciones verbales. La secuencia de instauración del habla (fonemas, palabras, estructuras gramaticales y comprensión) siguió la evolución normal del lenguaje del niño oyente (Cristal, 1981).
        Las sesiones en el aula de audición-lenguaje tenían una duración media de 45 minutos y se estructuraban de la siguiente forma:
1.      Percepción auditiva-entrenamiento auditivo. Incluye tanto actividades de análisis como de síntesis auditiva. La intervención se centra en el reconocimiento de rasgos suprasegmentales y segmentales del habla, así como en la comprensión de significados.
2.      Producción del habla. Se desarrolla un programa de imitación vocálica, consonántica y silábica.
3.      Habilidades del lenguaje. Se trabaja el incremento del vocabulario receptivo y expresivo a través de juegos comunicativos, habla signada y el modelado de preguntas: qué/objeto, qué/acción, dónde/localización, etc.
4.      Integración de las habilidades anteriores.
       En estas sesiones se utilizan técnicas de audición que permiten al niño aumentar sus habilidades auditivas para comprender el lenguaje, automonitorear sus producciones, incrementar su vocabulario y corregir sus emisiones (Furmanski, 2003). Entre estas técnicas podemos destacar el resalte acústico, preguntar ¿qué has escuchado?, dar alternativas, hacer pausas, repetir el mensaje, catalogar por campos semánticos, cierre auditivo, sándwich auditivo, sabotaje, etc.

2.3.4. Equipo de orientación educativa

       El equipo de orientación educativa zonal, concretamente el orientador de referencia del centro, coordina y elabora el informe de evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización. Para la realización de estos documentos necesita valorar el contexto escolar, el entorno familiar y al propio niño. En la valoración del alumno tiene en cuenta el desarrollo perceptivo-motriz, cognitivo, lingüístico, comunicativo y socio-afectivo, así como su nivel curricular, estilo de aprendizaje y motivación. En este caso, se solicitó la colaboración y asesoramiento del EOE especializado en auditivos para la valoración auditiva, lingüística y comunicativa.
       En el informe previo a la escolarización se obtuvo como información relevante la siguiente: el alumno obtenía un umbral medio de audición con el implante coclear de 35 dB, emitía sonidos vocálicos y algunos consonánticos, detectaba y discriminaba sonidos e identificaba alguna palabra conocida. No presentaba problemas en la comunicación gestual y visual, ni en la adquisición de conceptos de forma visual. La capacidad cognitiva era adecuada a su edad.

2.3.5. Equipo de orientación educativa especializado

       El orientador del EOE Especializado organizó a través de la asesoría de educación especial del Centro de Profesores el curso de formación en implantes cocleares al que acudió el equipo educativo del alumno. Se integró en el equipo de orientación de centro para ejercer sus funciones de asesoramiento en la respuesta educativa al alumno, que incluía la intervención de recursos personales (maestro de pedagogía terapéutica y maestra de audición-lenguaje)  y materiales (Equipo de FM). La solicitud y adaptación del equipo de frecuencia modulada fue realizada por el EOE Especializado.

       Para el seguimiento del caso se establecieron reuniones trimestrales con el equipo educativo durante el primer nivel de infantil, en los dos siguientes cursos las reuniones fueron anuales. En estas reuniones se compartía información sobre la intervención y progreso del alumno en las sesiones del CAIT, que era recopilada en las reuniones periódicas entre la logopeda del CAIT y el equipo de orientación especializado.


3.    RESULTADOS
       
        La evolución del alumno implantado a nivel lingüístico, cognitivo y afectivo social fue muy satisfactoria, en infantil cinco años mostraba una participación oral activa en las distintas rutinas de clase, integrándose de forma espontánea o inducida en las actividades grupales de su interés.
        En relación al ámbito cognitivo, en el test Raven Color obtuvo unos puntajes dentro de la horquilla de la normalidad, con unos percentiles de 50, 45 y 50 en las pasaciones correspondientes a 3, 4 y 5 años, por tanto, se situaba en un rango intelectual medio. Esta prueba valora el factor general de inteligencia a partir de la deducción de relaciones visuales lógicas, estando poco contaminada por los factores sociales, lingüísticos y culturales. La valoración cualitativa del progreso cognitivo del alumno realizada por la maestra tutora de infantil a partir de las evidencias extraídas de la evaluación de los conceptos básicos trabajados en el aula según programación, así como del Test BOEMH,  establecieron un desfase inicial respecto al grupo en el nivel de 3 años, que fue desvaneciéndose en los siguientes cursos hasta llegar a un nivel de conceptos similar a sus iguales en infantil cinco años.
        En el ámbito socio-afectivo, valorado cualitativamente por la tutora y equipo docente, las interacciones con iguales y adultos fueron aumentando progresivamente conforme lo hacían su lenguaje receptivo y, sobre todo, expresivo. La timidez inicial, mediatizada por la escasez de herramientas orales, devino en la afloración de un amplio abanico de conductas intersubjetivas, tanto en el entorno del aula como en el patio. No obstante, su nivel de participación en el grupo aula y en su grupo interactivo seguía siendo uno de los más bajos. En la mejora de este aspecto jugó un papel fundamental el buen uso del equipo de FM por parte de la maestra, que evitó conductas de aislamiento y centración en el discurso de la docente.
        En las pruebas audiológicas, concretamente la audiometría lúdica tonal, se obtuvo un umbral auditivo medio de 35 dB HL al finalizar infantil 3 años y un umbral de 30 dB HL al final de los niveles de 4 y 5 años. La audiometría verbal al finalizar la etapa arrojo los siguientes resultados: umbral de recepción verbal de 35 dB y una discriminación máxima del 90% de las palabras a 45 dB.
         En el lenguaje oral se produjo un salto cuantitativo y cualitativo de excepcional importancia, pasamos de una etapa preverbal caracterizada por simples vocalizaciones y señales naturales a los tres años a un lenguaje oral, receptivo y expresivo, prácticamente similar al resto de su aula de referencia al finalizar infantil 5 años. Su progresión lingüística fue mejor de la esperada según estudios previos en niños implantados (Villalba, 2013), pudiendo ser sintetizada en los siguientes hitos:
·         Al finalizar infantil 3 años:
-          Identifica sonidos y palabras opuestas.
-          Identifica el nombre de personas cercanas, inicia espontáneamente expresiones holofrásticas, sigue órdenes.
-          Vocabulario receptivo (Peabody): un año y seis meses de edad equivalente.
-          Producción fonológica correcta de vocales, consonantes oclusivas, fricativas (excepto c, z), nasales y africada.
·         Al finalizar infantil 4 años:
-          Identifica palabras en listas abiertas y frases cortas.
-          Comprende mensajes sencillos y siguen instrucciones habituales.
-          Expresión inteligible con pocas dislalias, frases de 2 y algunas de 3 palabras.
-          Vocabulario receptivo (Peabody): dos años y nueve meses de edad equivalente.
-          Producción fonológica correcta de oclusivas, fricativas, africada, nasales y líquidas (excepto l).
·         Al finalizar infantil 5 años:
-          Audición funcional, excepto confusión en algunos fonemas, comprende las instrucciones y frases nuevas.
-          Aprende por sí mismo palabras y frases nuevas, eclosión de vocabulario, expresión espontánea oral con ritmo, entonación e inteligibilidad.
-          Vocabulario receptivo (Peabody): cuatro años y seis meses de edad equivalente.
-          En la producción fonológica persisten errores en los fonemas l, r, rr.

        En la siguiente gráfica, se puede observar la evolución de las capacidades auditivas a lo largo del segundo ciclo de Educación Infantil expresada en porcentaje de palabras y frases reconocidas con el protocolo de Valoración de implantes de Navarra.


         La edad de desarrollo lingüístico medida a través de la prueba de vocabulario en imágenes Peabody se sitúa con un desfase inferior al año a partir del tercer año de trabajo de habilitación con el implante. En los dos primeros años después de la intervención el desfase sí fue superior al año, como podemos observar en la figura 2.

           
4.    DISCUSIÓN

     En este caso, el resultado del implante coclear y del programa de habilitación auditiva desarrollado a lo largo de tres cursos académicos han sido un éxito, el alumno ha conseguido desarrollar un lenguaje funcional a nivel pragmático y académico. Aunque no ha conseguido el nivel de lenguaje de sus iguales, está cerca de ello y se atisba como el resultado más probable a corto plazo, si se continúa con la intervención interdisciplinar, colaborativa y holística.
        Se puede considerar lógico que el alumno no haya alcanzado el nivel de sus compañeros en el desarrollo del lenguaje oral (fonología, léxico, morfosintaxis y praxis) puesto que su edad auditiva es dos años y 10 meses menor, teniendo una experiencia auditiva con el lenguaje oral muy inferior. A pesar del intenso entrenamiento especializado, es habitual que se necesite un período más largo de tiempo para alcanzar a sus iguales en todas las dimensiones del lenguaje.
        La adquisición de los fonemas ha seguido el curso evolutivo de los niños oyentes con un patrón de errores similar, presentando especiales problemas con la l y la r. Concretamente, se identificaron frecuentes procesos de nasalización, oclusivización y sustitución. Podemos destacar también una diferencia entre la percepción y producción fonológica, mientras la primera ha quedado plenamente establecida durante los tres primeros años del implante, la segunda necesitará un proceso de desarrollo más amplio (Bouton et al., 2012). Respecto al vocabulario, se observa que cada curso se acerca más a la edad media de vocabulario receptivo establecida en el test Peabody, lo que sugiere que en los siguientes cursos llegará a alcanzar a sus iguales.

   En las intervenciones educativas es esencial la investigación-acción que permita la retroalimentación necesaria para modificar los planteamientos previos, en esta intervención la maestra tutora transformó el planteamiento inicial de utilización del equipo de FM. A través de su observación participante en el aula, detectó que el alumno perdía mucha información proveniente de sus iguales, hecho que incidía negativamente en su desarrollo social y afectivo. Por este motivo, decidió utilizar el equipo de FM únicamente en sus explicaciones y en las asambleas inicial y final. En los momentos de trabajo individual o en pequeño grupo, el alumno no hacía uso del equipo con el objetivo de mejorar la interactividad verbal con los iguales.
        Por último, un porcentaje de reconocimiento del 90% de palabras a 45 dB al finalizar la etapa de infantil nos indica el  progreso auditivo del alumno y la efectividad de las intervenciones.

5.    CONCLUSIONES

        Generalmente la decisión familiar de realizar un implante coclear a un hijo antes de los tres años edad es un experiencia difícil, por tanto, debe fundamentarse en una información sencilla y veraz transmitida por los servicios de Salud. La realidad es que, salvo un porcentaje mínimo de problemas, la inmensa mayoría de las personas que reciben la implantación coclear consiguen desarrollar un lenguaje oral funcional que les permite llevar una vida normalizada en un entorno social y cultural oralista.
         Para conseguir este enorme éxito tecnológico, sustituir un sentido humano por un procesador de audio, es necesario realizar un largo trayecto compartido por una variada amalgama de profesionales: el médico otorrinolaringólogo, el técnico de implantes, el logopeda, los maestros y los orientadores. El implante por sí solo no sirve para nada si no se realiza una minuciosa y programada intervención para su habilitación. El programa de habilitación auditiva en implantes cocleares requiere un trabajo periódico y constante por parte de los logopedas clínicos, que generalizan sus intervenciones al ámbito familiar y escolar, determinando una intervención holística.
        Desde los centros educativos los equipos docentes planifican respuestas educativas generales y  específicas. Entre las primeras encontramos las adaptaciones visuales en la organización de la información, de los espacios y los tiempos, así como en la realización de actividades y ejercicios. Entre las segundas, las adaptaciones de acceso al currículum, las adaptaciones curriculares no significativas y los programas específicos. Para facilitar el acceso al currículum oral se dota al alumnado de un equipo de frecuencia modulada, se facilita la lectura labiofacial y, en caso necesario, puede usarse en las fases iniciales algunos sistemas aumentativos como la palabra complementada o el lenguaje bimodal (lengua oral y signada a la vez). Las adaptaciones no significativas suponen modificaciones en la programación de aula que afectan a la presentación y organización de contenidos, a la metodología y a la evaluación. Por último, los programas específicos se orientan  hacia el entrenamiento auditivo y la adquisición del habla.
        En definitiva, una difícil decisión familiar debe estar avalada por profesionales de distintos ámbitos (salud y educación básicamente) que trabajen de forma coordinada y colaborativa para que el implante coclear se convierta en una respuesta sanitaria y educativa que mejora el desarrollo personal, académico, social y laboral de las personas con hipoacusias profundas. En nuestro caso, la coordinación entre el CAIT y el centro educativo fue esencial para el éxito del programa de habilitación al estar el alumno escolarizado en un centro rural que impedía una asistencia sistemática y semanal a las sesiones de logopedia especializada. El trabajo de la familia, con el asesoramiento de los servicios de logopedia del CAIT y de orientación del centro educativo, también fue determinante en el progreso del alumno.


REFERENCIAS

Benito, J.L. y Silva, J.C. (2013). Hipoacusia: Identificación e intervención precoces. Pediatría infantil, XVII (5): 330-342.
Bouton, Sophie; Serniclaes, Willy; Bertoncini, Josiane & Cole, Pascal (2012). Perception of speech features by French-speaking children with Cochlear Implants. Journal of Speech, Language, and Hearing Research 55: 139-153
Crystal, D. (1981). Lenguaje Infantil, aprendizaje y lingüística. Barcelona: Editorial Médica y técnica, S.A.
Dunn, L.M., Dunn, L.M. y Arribas, D. (2010). Test de vocabulario en imágenes Peabody. Madrid: TEA.
Furmanski, H.D. (2003). Implantes cocleares en niños. Barcelona: Nexus médica.
Herrán, B. (2009). Guía técnica de intervención logopédica en implantes cocleares. Madrid: Síntesis.
Huarte, A., Manrique, M., Molina, M., y Cervera, F. J. (1997). Tratamiento de la sordera en el niño menor de dos años. Anales Españoles de Pediatría, 97, 95-98.
Manrique, M. y cols. (1996). Protocolo para la valoración de la audición y el lenguaje en lengua española, en un programa de implantes cocleares. Madrid: Garsi.
Manrique, M. (2002). Implantes cocleares. Barcelona: Masson.
Monfort, M. y Juárez, A. (2010). Registro fonológico inducido. Madrid: CEPE.
Villalba, A. (2013). Implicaciones de la sordera: repercusiones en el desarrollo lingüístico, cognitivo, afectivo y social. En C. Jáudenes (Ed.), Manual Básico de Formación Especializada sobre Discapacidad Auditiva (pp. 186-204). Madrid: FIAPAS.